INVOCACIÓN A MIGUEL HERNÁNDEZ, VIENTO DEL PUEBLO

  A ti, Miguel Hernández, poeta de los desheredados, "niño yuntero", "viento del pueblo", "cantor de la mala suerte"..., gran poeta, hombre íntegro; que preferiste que no te conmutaran la pena de muerte, para no abjurar de tus ideas, a ti Miguel, te escribo hoy, 28 de marzo, 42 aniversario de tu muerte; por obra y gracia de un gobierno fascista, que esperó que te segara la tuberculósis la vida, con 32 años, para que llegaran a la Cárcel los permisos de hospitalización en un sanatorio para tu enfermedad, sí hoy, Miguel, me cabe la tristeza evocarte e invocarte, desde una España en la que los niños vuelven a mamar leche con sabor a cebolla; porque hay muchos críos y muchos adultos, que se han empobrecido y pasan hambre, sí hambre, estoy segura de que a tu particular Parnaso, donde tendrás alguna cabrita y por fin has reunido ya a tus hijos, y a tu "gran Josefina adorada" en una barraca limpia y levantina, te llegan estas desventuradas noticias,.

 Lo mismo que debes saber que otra vez los mismos pájaros de muerte, los mismos depredadores de sus semejantes, que son estos fascistas que llevan, ay que mal las llevan, las riendas de "esta España muerta"  pretenden "poner un yugo sobre el cuello de esta raza", y el pueblo está muy cansado, muy desprotegido, muy falto  que las poesías de muchos poetas del compromiso, como tú, como Machado, como León Felipe, Concha Méndez, María Pérez Enciso, como ahora: Antonio Orihuela, Isabel Pérez Montalbán, Quique Falcón, Eladio Orta, David González, José Blanco, Angelina Gatell, Félix Grande, Jorge Riechmán, Vicent Camps , Isabel Bono, Juan Antonio

 Mora, Paca Aguirre, Antonio Gamoneda,  Manuel Rico, Patricio Rascón, Ana Pérez Cañamares, María R. Faro y un largo etcétera, puedan, podamos ser pregonadas a los cuatro vientos y a todas las horas, hasta que nuestra voz ruede por los despachos de quienes nos desgobiernan, por las cámaras de los que dicen representarnos, como una tempestad, al igual que por los consejos de administración de los poderosos, los banqueros y demás hurracas y los deje atónitos,  sin palabra y sin poder, sin energías, sin "permiso"...SIN NADA;  para que así sea el pueblo quien redacte sus leyes y se autogobierne y recupere los derechos y logros que ha perdido con sus reales decretos y leyes varias, mientras tantos, aún están en las cunetas, sin que ni sus huesos puedan descansar en paz,  otros muchos, más o menos ancianos ahora, sufrieron tortura, cárcel, y muchos de los luchamos para traer la libertad y la dignidad, vemos con amargura, con ira, con impotencia, como a día de hoy, echan a la gente de sus casas a la calle, impiden con sus famosos recortes que las clases medias y humildes tengan lo necesario para vivir,  impiden que puedan seguir los más débiles en la Universidad, obligan a que los pensionistas mantengan a sus hijos, a sus nietos y tienen pensiones misérrimas, les da igual que la gente pase frío, que muchas familias no puedan adquirir medicamentos, que los jóvenes y menos jóvenes no encuentren trabajo, que se acorte la media de vida, que se cierren líneas de investigación en enfermedades raras, en oncología..., en fin una larga retahíla de despropósitos y calamidades como por las que tú te inmolaste.

  Así las cosas, Miguel, realiza la promesa y que el pueblo y sus poetas te sintamos cerca, tu que te otorgaste en el verso: "Aquí estoy  para amarte y defenderte". Larga paz a ti que vives en el recuerdo de muchos hombres y mujeres, que has rebasado fronteras infundiendo esperanza porque nos enseñaste que:  

 "Hay un rayo de sol en la lucha,

que siempre deja la sombra vencida"

 Pura López