Todos las personas tenemos, creencias religiosas a un lado, necesidad de honrar a aquellas personas por las que sentimos cariño, afecto, reconocimiento, y que un día nos dejaron y fueron polvo, dolor, ausencia, nada, vacío, referente, esperanza, recuerdo...; pero no nos basta con recordarlos sólo individualmente, necesitamos hacerlo además, por pueblos, por culturas, hacerlo de forma colectiva.
Yo que sobre todo amo la libertad y la vida, detesto las modas impuestas,las importadas por imitación de países colonizadores, así pues si creo que hay que "hacer duelos de labores y esperanzas" y que además, "hay que recordar en la alegría", respetando los gustos de cada cual, no me gusta nada Halloween, tampoco las macabrerías de "un cementerio de muertos bien repleto", no, yo los quiero honrar con mi palabra, con mi poesía.
Aquí pues mi homenaje, en general a aquellos que perdimos, en particular a mi padre, a quien tanto quiero, con quien tanto quise, para finalizar a los que estúpidamente mueren a causa de las guerras, la intolerancia, la incomprensión.
PORTARRETRATOS
“¡Es tan breve la vida
para tan larga muerte"
Fernando de Villena
A quienes quiero y ya se han ido.
Nos miráis ya desde el
portarretratos
presos en el instante y la sonrisa
del momento elegido, ya sin
prisa,
sus miradas presiden nuestros
ratos.
Ajenos al dolor como a la
risa
están allí, perennes, en la
sala,
mudos
testigos en la última escala
de esa nada que la nada
divisa.
Trashumantes, por cañadas de
sombras,
viviréis lo que el tiempo
que el recuerdo
sobreviva con quienes os quisimos.
Pisad nuestra añoranza: Las
alfombras
tejidas por nosotros, día a
día,
desde el mismo momento en que
os perdimos.
Pura López
Del libro Alacena, poesía fundamental.
RECUERDO
“Y este recuerdo vivo de mi padre tan muerto.”
Sagrario Torres
Tenerte fue mi suerte y mi
castigo,
destinada nací para
quererte,
no pudo separarnos ni la
muerte
y siempre tu recuerdo va
conmigo.
Sin tregua ni descanso te
persigo
y rebusco en la añoranza por
traerte,
obstinada en la dicha de
tenerte
no descanso por ver si lo
consigo.
Pasaste por la vida de
puntillas,
“motor oscuro”, incansable
maestro,
profundo pozo de sabiduría,
claro remanso de luz y de
sosiego.
¡Qué hermoso que ha sido el
tiempo nuestro
y que fueras mi padre, qué
alegría!
SOLDADO DEL PELOTÓN
“Al
que lanzó esta bala
que era hermano de madre
patria, ¿no
le sabrá
también la boca a sangre?”
Leopoldo de Luís
Aquellas albas turbias de
los fusilamientos,
apretando el gatillo la
vista se nublaba,
acribillada en hielo, el
alma crujía,
las manos le temblaban
esperando las órdenes,
a la vez que una vida, hurtada
ya por siempre,
latente todavía rodaba por
el suelo.
Y la misma pregunta
machacaba insistente
en sus sienes novicias:
“¿será la bala mía?”
El fuerte olor a pólvora lo
hundía en hondas brumas.
Soñaba con la muerte.
Mientras, sigue la guerra
salvaje, afilada.
Pura López
De Alacena, poesía fundamental
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